Este sistema de trabajo vertical nos permite acceder a la fachada o a la zona a rehabilitar, abaratando los costes del andamiaje tradicional, evitando a la vez los inconvenientes que éste último supone, como la presencia delante de las ventanas, así como la inseguridad frente a los robos y accidentes por fácil acceso a ellos desde la línea de calle.